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Reproducción y fertilidad: ¿cómo pueden ayudar la terapia génica y celular?

Para muchas personas que no pueden tener hijos biológicos debido a la ausencia o la calidad de sus óvulos o espermatozoides, noticias en los periódicos sobre científicos que crean espermatozoides u óvulos a partir de células madre en el laboratorio pueden parecer revolucionarias. Pero, ¿qué evidencia científica hay detrás de estos titulares y cuáles son las limitaciones para seguir avanzando? Esta ficha informativa resume los últimos avances en el tratamiento de la infertilidad y las enfermedades genéticas con óvulos y espermatozoides creados a partir de células madre.  

Introducción a las tecnologías de reproducción asistida

Las técnicas de reproducción asistida (TRA) son tecnologías que ayudan a parejas o personas a lograr un embarazo sin relaciones sexuales. Esto implica la manipulación de espermatozoides, óvulos o embriones fuera del cuerpo. Los procedimientos de TRA incluyen el uso de la fecundación in vitro (FIV), en la que se crean embriones en el laboratorio antes de transferirlos al útero de una madre potencial o de una madre subrogada. Las TRA también pueden implicar el uso de gametos donados (espermatozoides u óvulos) o embriones fecundados. 

Tratamientos y apoyo actuales

Para las personas o parejas con baja fertilidad o que no pueden concebir, las TRA, incluida la fecundación in vitro  (FIV), permiten la fecundación de óvulos con espermatozoides en el laboratorio. Primero, se extraen óvulos maduros de los ovarios, lo que implica el uso de medicamentos que suprimen el ciclo menstrual natural y combinaciones de hormonas para ayudar a estimular la maduración de los óvulos. A continuación, los óvulos recolectados se fecundan con espermatozoides en el laboratorio. 

Los embriones resultantes se cultivan durante un máximo de 6 días y se evalúa su desarrollo. En este punto, si alguno de los progenitores es portador de una enfermedad genética que acorta la esperanza de vida, pueden optar por realizar pruebas genéticas previas a la implantación, que permiten examinar los genes del embrión en el laboratorio. Así,los embriones que no presentan la mutación que causa la enfermedad son identificados para que ésta no se transmita al niño. A continuación, los embriones pueden transferirse al útero de la madre biológica o de la madre subrogada, o bien congelarse y almacenarse para su uso futuro. 

Sin embargo, para que las tecnologías de TRA actuales den lugar a un embrión biológicamente relacionado, es necesario que al menos uno de los progenitores tenga gametos viables. 

A las personas y parejas que carecen de espermatozoides u óvulos adecuados se les puede ofrecer gametos o embriones de donantes. Esto significaría que el niño no tendría relación genética con uno o ambos progenitores. El acceso a gametos o embriones de donantes puede ser difícil debido a las limitaciones y restricciones que rodean a la donación, así como al número limitado de donantes. 

Actualmente, otras opciones adicionales a la TRA son la adopción y la decisión de no tener hijos. 

How might gene and cell therapies help?

Para crear un embrión biológicamente relacionado, las TRA existentes requieren que al menos uno de los progenitores tenga óvulos o espermatozoides sanos y funcionales. Sin embargo, los investigadores están estudiando cómo producir óvulos y espermatozoides sanos a partir de células madre en el laboratorio (lo que se denomina gametogénesis in vitro o IVG), algo que aún no se ha logrado en seres humanos. 

How could stem cells be used to help reproductive issues?

Uso de células madre pluripotentes para producir espermatozoides y óvulos sanos

Las células madre pluripotentes se han usado en ratones para producir espermatozoides y óvulos a partir de células de ratón. No se ha conseguidoproducir óvulos ni espermatozoides a partir de células madre pluripotentes humanas, aunque se ha logrado cierto éxito en la producción de las células precursoras (células germinales primordiales, PGC). 

Los investigadores japoneses Katsuhiko Hayashi y Mitinori Saitou fueron pioneros en la tecnología de gametogénesis in vitro (IVG) utilizando modelos animales. En 2011, demostraron que las CMP de ratones podían reprogramarse para convertirse en espermatozoides capaces de dar lugar a crías sanas y fértiles. Al año siguiente, demostraron que las CMP de ratones hembra podían convertirse en óvulos con la misma capacidad.  

Varios factores fueron fundamentales para su éxito: 

  • El tipo de célula de partida: tras la implantación del embrión, la masa celular interna (ICM) se convierte en células del epiblasto. Algunas de estas células del epiblasto salen del embrión en desarrollo y se convierten en células germinales primordiales (PGC). Posteriormente, estas PGC migran de nuevo al feto y se alojan en los ovarios o testículos en formación, donde se convierten en óvulos o espermatozoides. Algunos investigadores han estudiado cómo producir células similares a estas células del epiblasto. Sin embargo, Hayashi y sus colegas demostraron que estas células no eran muy eficaces para producir PGC. En su lugar, desarrollaron un nuevo tipo de célula del epiblasto a partir de CME de ratón: la célula epiblastoide. Este tipo de célula tiene más éxito a la hora de convertirse en PGC y, posteriormente, en óvulos y espermatozoides.
  • Pureza del tipo celular: Es difícil conseguir que todas las células madre pluripotentes respondan exactamente de la misma manera cuando son manipuladas para producir tipos específicos de células. . Esto puede resultar en una población mixta de células, incluyendo tipos que no son necesariamente deseables o células que conservan la pluripotencia y no logran formar óvulos y espermatozoides. Además, estas últimas pueden formar tumores. Por lo tanto, la purificación de las PGC es fundamental para eliminartipos de células no deseadas, algo que estosestudios también consiguieron.
  • Requerimiento de maduración in vivo: El proceso de producción de óvulos y espermatozoides funcionales y maduros en estos estudios requirió el trasplante de las células similares a las PGC en ovarios o testículos de ratones. Ahí se consigue convertirlas en óvulos y espermatozoides maduros, algo que en aquel momento no era posible en el laboratorio. Por ello, es importante descubrir cómo el ovario o el testículo favorece esta maduraciónpara poder recrear estas condiciones en el laboratorio, eliminando la necesidad de uso de testículos y ovarios funcionales o deprocedimientos invasivos y arriesgados. 

Más investigaciones se han seguido realizando para mejorar esta tecnología. En 2016, Saitou y Hayashi consiguieron obtener óvulos maduros de ratón en una placa de petri a partir de CME y iPSC, sin necesidad de volver a introducir las células en ovarios de ratones para su maduración. Sin embargo, seguían necesitando tejido obtenido de ovarios de ratones para favorecer el desarrollo de los óvulos.  

Recientemente, el laboratorio de Hayashi ha superado la necesidad de utilizar tejido ovárico de ratones gracias a la creación de células de soporte ovárico a partir de células madre. Estas células fueron capaces de promover el desarrollo de células similares a las PGC derivadas de células madre hasta convertirse en óvulos viables, que podían ser fecundados y producir embriones viables. 

De manera similar, el trabajo del laboratorio de Zhou en China demostró la creación de células similares a precursoras de espermatozoides a partir de CME de ratón sin necesidad de tejido testicular, lo que permitió por primera vez la IVG completa sin necesidad de tejido de un modelo animal. 

¿Y en los seres humanos?

Algunos investigadores han intentado reproducir estos hallazgos utilizando células humanas, pero hasta ahora no han logrado crear espermatozoides u óvulos funcionales a partir de células madre humanas. Todavía existen lagunas en nuestro conocimiento sobre el desarrollo embrionario humano natural. Desde el primer éxito en la creación de células similares a las PGC a partir de células madre humanas in vitro, varios grupos de investigación han desarrollado métodos más eficaces o perfeccionados para producir precursores de gametos. Sin embargo, madurar estos precursores hasta convertirlos en óvulos y espermatozoides funcionales sigue siendo un reto.

En 2018, Yamashiro y sus colegas crearon células que se asemejan a los óvulos humanos tempranos a partir de iPSC. Sin embargo, para ello tuvieron que utilizar tejido ovárico de ratón para favorecer su obtención. De manera similar, en 2021, Hwang y sus colegas obuvieron células precursoras de espermatozoides humanos a partir de iPSC, pero también tuvieron que recurrir a células testiculares de ratón para promover su desarrollo. 

¿Cómo se podrían evitar las enfermedades genéticas con óvulos y espermatozoides derivados de células madre pluripotentes?

La edición genética de células madre pluripotentes es una tecnología bien establecida y que podría, por tanto, ser una alternativa al intento de editar los genes del embrión. Las células en que dicho proceso es exitoso podrían usarse para obtener óvulos o espermatozoides y producir embriones. Además, dado que las células madre pueden cultivarse fácilmente en grandes cantidades, se podría producir un número mayor de gametos que el que se recoge normalmente en un ciclo de fecundación in vitro. A continuación, se presentan algunos ejemplos de cómo se podría evitar la herencia de enfermedades genéticas. 

  • Edición genética con CRISPR/Cas9: permite alterar la secuencia de ADN de las células madre. Esto podría añadir una sección inexistente, eliminar una sección que codifica un gen asociado a enfermedad o corregir una variante de un gen defectuoso para que codifique un gen sano. A continuación, se seleccionarían y cultivarían las células corregidas. Esto significaría que al ADN de todos los óvulos y espermatozoides resultantes de estas células madre corregidas no serían portadores de la  enfermedad. También se podrían detectar mutaciones no deseadas colaterales y asociadas a la técnica antes de la producción de óvulos y espermatozoides.
  • Selección: En el caso de las enfermedades causadas por mosaicismo (enfermedades en las que se encuentra un cambio genético solo en algunas células), se podrían identificar y aislar células madre pluripotentes individuales que no portaran la variación causante de la enfermedad. Éstas serían las células que se cultivarían para la producción de óvulos y espermatozoides.
  • Eliminación de cromosomas adicionales: algunas afecciones que afectan a la fertilidad están causadas por la aneuploidía cromosómica, es decir, la presencia de un número anómalo de  cromosomas en los gametos. En este caso, las células madre también podrían utilizarse para producir gametos sin aneuploidía. En ratones, los científicos han eliminado con éxito cromosomas adicionales de células pluripotentes y los han utilizado para producir crías sanas con éxito. Otros  estudios han conseguido alterar el número de cromosomas en modelos de células iPSC humanas para evitar el síndrome de Down (trisomía 21, en la que un cromosoma 21 adicional provoca una serie de problemas, entre ellos la infertilidad) y el síndrome de Klinefelter (en el que los individuos tienen cromosomas XXY). Esto podría aplicarse a otros trastornos humanos causados por la presencia de cromosomas adicionales. Tecnologías similares podrían utilizarse potencialmente en personas que producen óvulos o espermatozoides con adición o eliminación esporádica de cromosomas, un fenómeno que aumenta con la edad.  

Próximos pasos

Actualmente, hay cuatro obstáculos importantes que superar antes de poder aplicar los procesos desarrollados en ratones en humanos: 

  1. Producir un gran número de PGC sin utilizar tejidos fetales para mediar el proceso.
  2. Asegurarse de que estas PGC humanas producen óvulos y espermatozoides pero no tumores, desarrollando métodos para eliminar  las células madre indiferenciadas.
  3. Descubrir cómo madurar las PGC humanas hasta convertirse en óvulos y espermatozoides en el laboratorio para evitar el trasplante a personas y sin necesidad de tejidos animales o humanos para sustentar este proceso. Esto evitaría tanto la necesidad de un procedimiento invasivo como el riesgo de tumores.
  4. Demostrar la seguridad y viabilidad a largo plazo del esperma y los óvulos producidos por IVG. Esto supone un reto, dadas las restricciones actuales para crear embriones humanos o cultivarlos en el laboratorio más allá de ciertos puntos de desarrollo. 

En 2015, un estudio británico en humanos logró producir PGC con bastante eficacia, sin tejidos de sustento; alrededor del 40 % de las células se convirtieron en células similares a las PGC. También creen haber encontrado una forma fiable de purificar esta población de células para evitar tumores. Este estudio supone un gran avance hacia la resolución de las barreras 1 y 2. Sin embargo, no se ha trascendido que se estéi intentando  madurar o trasplantar estas células. 

Otros laboratorios están trabajando en la creación de las células somáticas de sustento de los testículos o los ovarios, e incluso en la creación de réplicas tridimensionales in vitro de tejido ovárico o testicular (denominadas organoides) derivadas íntegramente de células madre. Esto podría ser necesario para producir gametos totalmente funcionales in vitro, y también podría utilizarse para muchas otras aplicaciones de la medicina reproductiva, como la selección de fármacos, la modelización de enfermedades y estudios de toxicidad de contaminantes ambientales. 

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